La educación especial tiene por objetivo ayudar a los niños que presentan alguna dificultad que les impide tener un eficiente rendimiento escolar. Son alumnos que no logran los niveles de aprendizaje esperados, debido primariamente a interferencias originadas por algunos déficit cognitivos o verbales de su desarrollo. Se caracteriza por asumir la “diversidad” de esos niños, dentro del mismo sistema escolar, tratando de lograr la plena integración escolar de ellos al aula común. La intervención psicopedagógica tiene por objetivo darles la ayuda complementaria que les permita superar la segregación invisible que los aísla en el interior de las salas de clases.
Con mucha frecuencia, los niños de aprendizaje lento o los disléxicos, son ignorados durante la clase por sus propios maestros, quienes omiten interrogarlos, ayudarlos o corregirle sus trabajos, pasando a constituir un grupo invisible, que no es tomado en cuenta, en la medida en que no perturben la clase. Es decir, que la integración que busca la psicopedagogía debe efectuarse en primer lugar con los propios alumnos que tienen dificultades para seguir la clase.
reciban de la psicología cognitiva, de la psicolingüística y de la neuropsicología. En algunos lugares, los psicopedagogos y los profesores especiales actúan también como consultores de los maestros dentro de las escuelas.
La educación diferencial trabaja a partir del déficit.
La psicopedagogía aparte del déficit, puede trabajar en la normalidad y sobredotación, potenciando los aprendizajes.
El psicopedagogo entre otras cosas, es un especialista en los procesos de enseñanza-aprendizaje, que potencia los procesos de base que subyacen a dichos aprendizajes tanto en el ámbito formal cómo informal, desde la infancia hasta la senectud.
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